El Museo
Notas históricas

¿Qué es el Museo Hoffmann?
Un lugar que cuenta una historia
El Museo Hoffmann nació en el histórico horno de ladrillos construido en 1954, activo hasta 1984, símbolo de una época en la que florecía la industria cerámica y de la construcción local.
Situado al norte de Caltagirone, en una zona de acceso estratégico a la ciudad, el horno representaba un centro neurálgico para el procesamiento de materiales extraídos in situ, como la arcilla.
Situado al norte de Caltagirone, en una zona de acceso estratégico a la ciudad, el horno representaba un centro neurálgico para el procesamiento de materiales extraídos in situ, como la arcilla.

El proyecto de conversión del museo respetó la identidad original del sitio, manteniendo los volúmenes, los materiales (ladrillos macizos, hierro, ladrillos) y los entornos de producción típicos.
La recuperación conservadora fue concebida para hacer del horno no solo un contenedor cultural, sino en sí mismo un objeto de museo.
La recuperación conservadora fue concebida para hacer del horno no solo un contenedor cultural, sino en sí mismo un objeto de museo.

Un museo inmersivo y multisensorial

El corazón del proyecto es la sala inmersiva creada dentro de las dos galerías originales del horno Hoffmann. Con más de 75 metros de longitud, albergaban 26 cámaras para la cocción continua de ladrillos. Hoy en día, esas mismas cámaras se utilizan para:
- video mapping y proyecciones 3D
- Instalaciones sonoras que cuentan la vida y la voz de los “stazzunari”
- Experiencias de realidad aumentada a través de aplicaciones móviles y dispositivos in situ
- Exposiciones temporales que reinterpretan el espacio industrial.
Un sistema de iluminación escénica insertado en los orificios de combustible originales permite revivir el espíritu productivo del lugar, transformando las galerías en un teatro tecnológico de la memoria.

Espacios y servicios para una nueva ciudadanía cultural
El Museo ocupa una superficie útil de 1600 m². Incluye:
- una sala de conferencias (345 m2) diseñada con acústica calibrada
- una biblioteca y sala de enseñanza (más de 100 m2)
- Una cafetería panorámica con terraza, con vistas al Parque San Giorgio.
- un ascensor panorámico que conecta la torre central con la terraza, haciendo que toda la estructura sea accesible para personas con discapacidades motoras
Los materiales elegidos – roble, piedra volcánica, vidrio, metal – definen ambientes esenciales pero cálidos, donde la estética industrial dialoga con la funcionalidad contemporánea.

Un centro educativo vivo: enseñanza, escuelas y laboratorios
El Museo ofrece cursos educativos interdisciplinarios, dirigidos a escuelas de todos los niveles, familias, estudiantes universitarios y profesionales.
Entre nuestras actividades se encuentran:
- Talleres experienciales sobre el procesamiento y modelado de la arcilla.
- Senderos táctiles para estudiantes con discapacidad visual y BES.
- Experiencias interactivas y digitales sobre técnicas históricas de cocina, decoración y diseño.
Un ala entera está diseñada para albergar visitas escolares, con espacios modulares, asientos móviles y estaciones multimedia.